El bingo del paro trans

¿Qué tienen en común la Ley Trans, dos Ministras de Igualdad, dos Consejeros autonómicos, dos sindicatos, la Sociedad Española de Astronomía, varios medios de comunicación, FELGTB y sus filiales y un bufete de abogados muy poco serio?

En España, la urgencia por hacer políticas públicas para atajar los problemas de las personas transidentificadas contrasta con la absoluta falta de interés por conocer esos problemas. Los medios e instituciones tienden a repetir cualquier cosa que digan los activistas, aunque no tenga fundamento.

El paro trans debe ser el caso más sonado. Por ejemplo, la Sociedad Española de Astronomía publicó un manifiesto por el Mes del Orgullo diciendo que “las personas trans no pueden acceder a la carrera científica debido al altísimo nivel de paro dentro del colectivo, que alcanzaba un 85% en España en 2017.”

Dejando de lado el absurdo de citar un dato del paro de 2017 en 2025, cuando vivimos un momento político y económico muy diferente, la fuente es una noticia de La Vanguardia, que a su vez lo atribuye al portavoz de Marea Arco Iris que no dice de dónde lo saca.

El 85% de paro trans es uno de esos bulos virales propagados por personas aparentemente serias pero que no se molestan en hacer un mínimo de fact-cheking. También se ha ido deformando con el tiempo, y el paro puede ser del 80 o 90% según a quién le preguntes. Hace un tiempo busqué el origen de este dato para otro artículo, pero esta vez quise ir más allá y encontrar todos los datos del paro trans en España, inventados o reales.

En Cataluña, la nota de prensa anunciando una nueva línea de ayudas para subvencionar la contratación de este colectivo dice que “aproximadamente un 85% de las personas trans* están desocupadas”. La Consejería de Igualdad y Feminismos me respondió por mail que la fuente era un informe de UGT de 2019, algo que repiten muchas noticias.

Pero UGT atribuye esta cifra a un informe desconocido de FELGTB. Esta noticia de El Diario.es también cita “datos de la FELGTB de principios de 2019”, pero, si esos datos existían, se han perdido. Además, la primera mención del 85% de paro es una noticia de La Sexta elocuentemente titulada «El infierno laboral de las personas transexuales y transgénero: el 85% está en paro» que tampoco cita ninguna fuente. La noticia es de febrero de 2018, un año antes de los supuestos datos de FELGTB.

El mismo año se publicó un informe de FELGTB que, sin dar ninguna cifra, dice que las personas trans sufren un alto nivel de desempleo, citando una nota de prensa de Casal Lambda sobre un estudio de la Universidad de Málaga de 2011 encargado por FELGTB. Varias noticias, como esta de Eldiario.es, o esta de El País, citan la nota de prensa de Lambda en lugar del estudio o la nota de la Universidad de Málaga.

No es un cambio inocuo. La investigación fue una encuesta de 153 personas que encontró un 35.3% de paro, pero la nota de Lambda añade que, “según estimaciones” de FELGTB, “esta tasa rondaría realmente el 70%.” Más adelante dice que el paro es del 36.6%, una cifra que no aparece en el estudio. FELGTB cita a Lambda y Lambda cita a FELGTB, en un caso muy claro de citas circulares. Para marear más la perdiz, Lambda es parte de FELGTB desde su fundación en 1992.

Nadie dijo nada de ese 70% en la rueda de prensa en la que se presentó el estudio. El único dato del paro que dan es 35.3%. Y, con su honestidad habitual, Mar Cambrollé dice que el estudio “va a fundamentar con razones, y sobre todo con el aval científico de una universidad, las demandas del colectivo transexual”, por si no había quedado claro cuál era el objetivo de FELGTB.

La Ley Trans también cita el estudio de la Universidad de Málaga, cambiando el 35.3% por 37%, quizás como resultado de redondear el 36.6% de origen desconocido. Juan Domínguez, uno de los autores del estudio, me aclaró por mail que el dato de la Ley Trans es más alto porque incluye a personas que “pese a tener trabajo, en ese momento se encontraban desempleados/as (trabajos discontinuos en los que en el momento de hacer la entrevista estaban desempleados)”, pero no me dijo por qué esa cifra no aparece en el artículo.

En 2020 UGT hizo un estudio que encontró un 67% de desempleo. Pero, según la Agencia Europa de Derechos Fundamentales, en 2020 el paro trans en España era del 11%. Es posible que haya variación entre estudios, sobre todo si usan muestras pequeñas y sesgadas, pero la diferencia entre un 11 y 67% de desempleo es abismal. Para comparar, el paro de la población general era del 16% en 2020, del 18% para las mujeres y del 40% para los jóvenes.

En 2022, el Ministerio de Igualdad de Irene Montero decidió que era un buen momento para tomar cartas en el asunto y encargó el “Estudio sobre la inserción sociolaboral de las personas trans”, que estimó una tasa de paro del 46.5%. Los participantes fueron reclutados, como siempre, “por medio de asociaciones trans y activistas”. Tampoco queda claro cómo hicieron el cálculo. Sabemos que el 65% no trabajaban porque estaban desempleados, jubilados, no tenían edad suficiente o estaban estudiando, pero no dicen cuántos estaban en cada situación, solo que estimaron la tasa de paro usando esos datos.

Curiosamente, la Ley Trans, redactada por el Ministerio de Igualdad y que dedica su artículo 55 a promover la inserción laboral de este colectivo, no cita el estudio del Ministerio de Igualdad sobre paro trans. De hecho, cuando Irene Montero hacía campaña por la ley dijo que era del 80% (gracias a Jessica Fillol por recopilar los cortes), igual que Olympe Abogados, unos juristas que recuerdan demasiado a Lionel Hutz. La primera referencia que encuentro al 80% es una noticia de Público de 2019.

El estudio también dice que el paro trans podría ser del “85 % o 90 % como se ha repetido con frecuencia en medios de comunicación, sin que se referencie una fuente concreta para dicha estimación.» Si la intención era hacer un estudio serio, repetir un bulo admitiendo que es un bulo no era el camino a seguir. Y ya sé que 5% no es mucho, pero el bulo es 80 o 85%. Nadie habla de un 90% de paro trans desde aquella noticia del diario Levante de 2006. Puestos a inventar, al menos sean coherentes.

Por si no teníamos suficientes datos de UGT, en 2023 hicieron otro estudio que encontró un 26% de paro. En la nota de prensa se hacen un lío con las mates y acaban diciendo que “más de la mitad de las personas trans están en desempleo.”

En 2024 Lambda Valencia (diferente de Casal Lambda) publicó una guía de Inserción sociolaboral de personas trans, patrocinada por el Ayuntamiento y la Generalitat de Valencia, diciendo «se calcula que más del 80% de personas Trans en España se encuentra actualmente en situación de desocupación.» El cálculo, lamentablemente, se perdió por el camino.

Ese mismo año la Ministra de Igualdad Ana Redondo también se subió al carro del 80%, precisamente para anunciar un plan de inserción laboral para las personas trans. En la ruleta de fuentes inventadas esta vez salió «según UGT.» Da igual que UGT haya publicado dos estudios con tres datos del paro diferentes desde que se inventaron el bulo en 2019, o que el bulo original fuera 85%, o que un estudio de su propio ministerio lo rebajara a la mitad.

Cambiando de sindicato, en 2025 CCOO publicó un comunicado diciendo que la tasa de paro trans estaba “muy por encima de la del resto de la población.” Cuando les pregunté cuál era esa tasa me dirigieron a otro informe de FELGTB (sí, otra vez) que da dos datos:

  • Un 22.9% (33% para mujeres trans) en 2019, supuestamente según la Agencia Europa de Derechos Fundamentales (FRA)
  • El 46.5% del estudio de Igualdad

No sé de dónde salen esos datos de FRA, el único que he encontrado de ellos es el del 11% del año 2020 y CCOO no me contestó a esta pregunta.

En resumen, el paro trans es casi seguro uno de estos:

  • 11%: Agencia Europa de Derechos Fundamentales (2020)
  • 22.9%: FELGTB (2024)
  • 26%: UGT (2023)
  • 35.3%: Universidad de Málaga y Casal Lambda (2011)
  • 37%: Casal Lambda (2011) y Ley Trans (2023)
  • 46.5%: Ministerio de Igualdad (2022)
  • > 50%: UGT (2023)
  • 67%: UGT (2020)
  • 70%: Casal Lambda (2011)
  • 80%: Irene Montero (2021), Ana Redondo (2024), Olympe Abogados (2021), Lambda Valencia (2024)
  • 85%: Consejería de Igualdad y Feminismos y Departamento de Empresa y Trabajo de Cataluña (2021)
  • 85-90%: Ministerio de Igualdad (2022)

Después de años de informes y estudios y mucho dinero público, sabemos que entre 1 y 9 de cada 10 personas trans están en el paro, o lo que es lo mismo, entre ninguna y todas. Como la identidad de género, el paro trans es un concepto abstracto imposible de definir. Y, como esta, el hecho de que es imposible de definir no ha impedido que se use para hacer políticas públicas.

Medidas efectivas

En Cataluña hay una línea de ayudas específicas para subvencionar la contratación de personas trans. El único requisito es firmar una declaración de que el trabajador es realmente trans, sin tener que aportar ninguna otra documentación. También se publicaron dos guías para fomentar la ocupación de personas trans.

Una de las entidades beneficiadas es Actúa Vallés, que cada año organiza la feria Trans*Laboral en Sabadell con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación. La feria es un «encuentro para la ocupabilidad y la intermediación laboral de las personas trans.»

En Aragón se reservan un 1% de las ofertas públicas de empleo a las personas trans, a lo que CCOO respondió que les parece poco y que intentarán que aumente. FELGTB tiene su programa Yes We Trans, que ofrece una bolsa laboral y becas de formación para trabajar en ciberseguridad y soporte en TI, gracias a un acuerdo con Google e INCO Academy. Y no olvidemos la ley de empleo de 2023, que incluye como colectivo prioritario a las «personas LGTBI, en particular trans».

¿Son útiles estas medidas? Primero, no sabemos cuántas personas transidentificadas hay en España, ni cuántas están en el paro, ni por qué motivos. Si no sabemos el paro inicial no sabemos si se ha reducido, así que no sé cómo piensan valorar los resultados de todo esto. Digamos que 100 personas han encontrado trabajo. ¿Es mucho? ¿Poco? ¿Las medidas funcionan bien o hay que aumentarlas? ¿Hay un objetivo concreto?

Y segundo, como nadie sabe qué es ser trans, es imposible calcular su tasa de paro y decidir a quién van dirigidas estas medidas. Si decimos que son solo las personas que han cambiado de sexo legal, los activistas pondrían el grito en el cielo porque no todos pueden/quieren hacerlo. Lo mismo para la transición médica. Así que solo quedan las encuestas y las declaraciones responsables.

El problema es que la identidad trans no es una situación estable ni claramente definida. Una persona puede identificarse como trans durante la mayor parte de su vida, o durante unos meses en la adolescencia. Ser trans puede tener consecuencias claramente visibles que afectan a la vida diaria, como cirugías, o cambios superficiales, como usar pronombres diferentes o cambiar de vestimenta en ciertos círculos. La etiqueta «trans» es tan amplia que se vuelve inútil.

Si el único requisito para acceder a ayudas es firmar una declaración responsable, algo que no tiene ninguna consecuencia para su vida, cualquiera puede «aprovecharse». Tampoco es que cambiar de sexo legal sea difícil, gracias a la Ley Trans. En Cataluña, dos bomberos lo han hecho de forma supuestamente fraudulenta, ya que «ninguno ha modificado su nombre, su apariencia, ni su conducta habitual». Pero la Ley no requiere nada de eso. Incluso si asumimos que la gente va a actuar de forma honesta, ¿qué pasa si dejan de identificarse como personas trans? ¿Deberían perder las ayudas que reciben, o incluso devolverlas? Y si solo las contrataron porque eran trans, ¿deberían despedirlas?

El momento ideal para plantear y responder estas preguntas era antes de implementar medidas de inserción laboral basadas en conceptos incognoscibles. Ahora ya es tarde. Estamos en manos de la mística.

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